Experiencia profesional

He desarrollado mi carrera profesional como psicólogo y psicoterapeuta durante más de 20 años, enfocado principalmente en la atención y protección de menores en situación de vulnerabilidad social y el tratamiento de familias en grave riesgo de exclusión social, recursos dependientes de la Administración de la Junta de Andalucía.

Durante la última década, he desempeñado el rol de Director del Programa de Acogimiento Residencial y Atención Psicoterapéutica para menores en Conflicto Social, recurso dependientes de la Administración de la Junta de Andalucía.

Mi gestión ha estado orientada hacia la integración social y atención psicoterapéutica, coordinando equipos educativos y técnicos en el desarrollo de programas de intervención que abarcan:

• Programas Psicoeducativos y de Modificación de Conducta

• Terapias para el Desarrollo y Educación Emocional

• Mediación Familiar

• Integración Escolar y Socio-Comunitaria

• Orientación e Inserción Socio-Laboral

• Formación en programas de Educación e integración infantil.

A lo largo de mi carrera, dedicada a atender a personas con diversos traumas, he adquirido un profundo conocimiento sobre la comprensión de las raíces del sufrimiento humano y la perpetuación de los ciclos de dolor emocional. He tenido la oportunidad de desarrollar y aplicar de manera práctica los enfoques terapéuticos que aquí presento, adaptándolos a diferentes contextos de interacción.

El trayecto de estos 20 años ha significado una búsqueda y estudio incesante de recursos, conocimientos y habilidades, con el fin de estar suficientemente preparado y capacitado para afrontar los retos que enfrentaba diariamente. Siempre con la intención honesta de ayudar a romper estos ciclos de dolor, desarrollando una sensibilidad especial hacia las complejidades del dolor emocional y su tratamiento.

Trabajar con menores y familias en situaciones tan vulnerables ha supuesto enfrentarme directamente a crisis emocionales intensas, situaciones críticas y realidades crudas no siempre satisfactorias. Estas experiencias y momentos de dificultad han añadido un valor incalculable que trasciende mi desarrollo profesional. Han sido fundamentales para mi crecimiento personal y, sin duda, me han ayudado a manejar el estrés y la carga emocional inherentes a la naturaleza de este trabajo. He aprendido a mantener mi propio equilibrio y a cultivar mi resiliencia personal.

Cada caso me ha enseñado algo nuevo, aportando un bagaje profesional y personal invaluable que va más allá de las simples técnicas y estrategias de intervención, aspectos que no te enseñan en ningún programa formativo oficial, sino que se adquieren desde la experiencia, el devenir de la profesión y la conexión con personas maravillosas. Personas con las que he tenido la inmensa suerte de formar equipo, vivenciando en primera persona el sentido de compañerismo, solidaridad, empatía y crecimiento compartido.

En esta búsqueda inquieta y curiosa por adquirir las herramientas necesarias para ayudar a los demás, junto con el proceso de guiar a otros a través de sus momentos de dificultad emocional y vital, me encontré frente a un espejo que reflejaba mi propio manejo del dolor, mi reactividad y la manera en que gestionaba la presión. En esa labor de ayudar a los demás, comencé a reconocer mis propias heridas y desafíos. Vi mis travesías desesperadas, llenas de inseguridad, insatisfacción, impotencia y autocrítica, así como las huidas de mí mismo. Fue entonces cuando comprendí que no era suficiente acumular conocimientos intelectuales de manera analítica y racional. Me di cuenta de que el ego, disfrazado de validez, me había tendido la misma trampa que creía evitar. Descubrí que había tejido un capullo de seguridad y comodidad con hilos de oro y brillantes, que todo ese conocimiento me aportaba, empaquetado en creencias y dogmas como si fueran un arsenal de municiones para enfrentar mi propio dolor. Yo también escondía mis luchas de control y evitación del malestar psicológico.

Fue en ese momento crucial cuando decidí dar un paso más allá: pasé de la mera comprensión intelectual a vivir y experimentar profundamente todo lo que había aprendido. Comencé a incorporar y encarnar esos conocimientos, de tal forma que la meditación consciente, la atención plena y el Modo de Ser adquirieron una voz poderosa dentro de mí.

Todo se transformó. Lo que antes eran conceptos se convirtieron en experiencias vivas y tangibles. Al aplicar estas prácticas a mi propia vida, encontré una resonancia profunda, una conexión auténtica que iluminó mis sombras y permitió que mi camino hacia el equilibrio personal y desarrollo profesional cobrara verdadero sentido. Las sombras, en su naturaleza de sombra, siguen presentes, unas veces más visibles que otras, pero ya no me atrapan, ni me enganchan ni encadenan, tan solo hace su papel de sombra, me acompañan.

Este camino valioso y desafiante, ha reforzado mi compromiso hacia la creación de entornos seguros y terapéuticos. Y de esta búsqueda continua de compresión y conocimientos, transitada entre la experimentación de éxitos y fracasos, perdidas y logros, sabores y sin sabores, ha surgido ESPACIO MINDFUL. Me siento agradecido por la oportunidad de contribuir al bienestar de quienes más lo necesitan, y seguiré depositando los valores de profesionalidad, honestidad y pasión que siempre me han acompañado, en cada interacción profesional. Te invito a explorar este espacio y escuchar mi propuesta…